En los próximos días, las mutuas van a proceder a revisar los ceses de actividad solicitados por los autónomos el pasado mes de junio. Esta revisión la llevarán a cabo a través de los impuestos presentados para el tercer trimestre.
Cuando el Gobierno y agentes sociales acordaron las condiciones de esta prestación, establecieron dos formas para poder demostrar que el autónomo cumplía con los requisitos para poder solicitarlo. Estos requisitos eran los siguientes:
- El autónomo podía autorizar a su mutua para que revisara la presentación de impuestos.
- Presentar a la mutua una serie de documentos, entre los que se incluían:
- Copia del modelo 303, la autoliquidación del IVA.
- Copia del modelo 130, para el pago fraccionado de impuestos.
- El modelo 131 para los autónomos que tributen por módulos.
Estos documentos debían demostrar que el trabajador por cuenta propia había sufrido una reducción del 75% en su facturación con respecto al mismo período del año anterior.
Hay que añadir que, a mínimo que el autónomo haya tenido algo de actividad, le va a resultar complejo demostrar que su facturación ha caído en tanto porcentaje.
¿Qué limitaciones imponen las mutuas?
Además de la reducción del 75% en la facturación, también se imponen otras limitaciones que el trabajador por cuenta propia deberá tener en cuenta.
Si la facturación es importante, también lo son los rendimientos netos. De esta manera, el autónomos que haya obtenido rendimientos netos superiores a 5.818,75€ a lo largo del trimestre, no será apto para la obtención del cese de actividad. Y deberá proceder a su devolución.
No obstante, este rendimiento neto también se mide de manera mensual, de modo que si se han registrado beneficios superiores a 1.900€, aunque durante los otros dos meses no se haya rebasado tal cifra, el trabajador por cuenta propia tampoco será apto para la prestación.
Si no se cumplen ambas condiciones, el autónomo verá cómo su mutua le requiere la devolución del dinero recibido por el cese de actividad.
Estas disposiciones afectan a la propia naturaleza del autónomo, el cual obtiene, por norma general, ingresos irregulares. Los trabajadores por cuenta propia se pueden tener graves problemas si la Administración aplica estos criterios ya que mostrará falta de entendimiento por su figura.
