La crisis por coronavirus ha causado estragos. Muchos pequeños empresarios y autónomos se encuentran ante una situación crítica y necesitan ayuda. Estos no saben si van a poder seguir ejerciendo su actividad. Se encuentran ahogados por las deudas pero todavía no han podido recuperar un nivel de actividad mínimo.

Además, las previsiones no son nada halagüeñas. Según un informe elaborado por el Banco de España, se espera que a partir del próximo 31 de diciembre, aumenten considerablemente las solicitudes de concurso de acreedores. Esta es la fecha en la que concluye la moratoria concursal que impide a las empresas solicitar el concurso.

Debido a esta situación, el Banco de España ha lanzado una serie de recomendaciones para mejorar el sistema concursal español, calificado como «poco eficiente». No consiguen satisfactoriamente su objetivo de liquidar las deudas o de concluir con la actividad. Y esto se debe, en gran parte, a la imposibilidad de exonerar las deudas con la Administración Pública. Esto redunda en una gran dificultad para poder gozar del mecanismo de la segunda oportunidad.

Propuestas para las deudas de autónomos y pymes

El organismo considera que el impacto de la aplicación de la segunda oportunidad, con su plan de pago a cinco años, sería mínimo. Esto se debe al escaso balance medio de autónomos y pequeñas empresas y la precaria situación en la que se encuentran cuando solicitan el concurso de acreedores. Esta propuesta va enfocada a la necesidad de tomar medidas una vez concluya la moratoria para reestructurar las deudas de autónomos y empresas insolventes.

Por eso, el Banco de España cree que tanto Hacienda como la Seguridad Social tienen que poner de su parte para facilitar e incentivar que, en estas situaciones, se pueda reestructurar la deuda. Para ello, deberán aceptar quitas incluso superiores que las que aceptan los acreedores privados en ciertas circunstancias.

Exoneración para determinados negocios facilitaría el uso del concurso de acreedores

Según el Banco de España, exonerar a ciertos negocios podría facilitar que estos solicitaran el concurso de acreedores. Esto se debe a que la mayor parte de las deudas de autónomos y pequeños empresarios son con la Administración Pública.

Así, esta solución se aplicaría a aquellos negocios cuyo valor social sea superior a su valor privado. En estas circunstancias, la liquidación de los mismos tendría consecuencias muy negativas. Y más en momentos de crisis como el que se está viviendo actualmente.

En base a las razones expuestas por el Banco de España, la Administración Pública se encuentra en mejor disposición que cualquier acreedor público para absorber pérdidas por exoneración. Además, el supervisor del BdE considera que es necesario implementar mecanismos de concurso más ágiles y menos costosos para autónomos y pequeñas empresas.

Las deudas de autónomos y pymes no se solventan a través del concurso de acreedores

Según el informe realizado por el BdE, el uso de el concurso de acreedores por parte de las empresas en apuros ha sido más bien escaso. En el año 2019 únicamente hubo 2,2 concursos por cada 10.000 autónomos. Estas cifras contrastan con las de otros países europeos como los 31,8 de Francia o los 74 en Inglaterra y Gales.

Por parte de las microempresas, el recurso fue utilizado por 9,5 de cada 10.000. Una diferencia abismal con respecto a Francia, que registró 104,8 en el mismo período.

Para España estas cifras son preocupantes puesto que microempresas y autónomos componen el 55% del tejido empresarial del país. Esta es la principal razón por la que el Banco de España considera necesario un cambio en los procedimientos, ya que la estructura de los actuales mecanismos está pensada exclusivamente para las grandes empresas. Y así es como, al final, el autónomo y el pequeño empresario se queda sin posibilidad de acceder al concurso de acreedores.

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